lunes, 29 de marzo de 2010

A CONSUMIR CARNE DE CONEJO

En la sociedad de hoy, todo el mundo habla y está pendiente de las famosas comidas sanas o ecológicas: que no tengan hormonas y que su producción sea, en lo posible, lo más amigable con la tierra y con el ambiente. Esto quiere decir, ni más ni menos, que en sus procesos de elaboración no intervengan productos químicos de ningún tipo.
Mucho se ha hablado en los círculos médicos y de nutricionistas, acerca de los graves problemas que producen para la salud humana el tipo de alimentación que consumimos hoy en día: Las comidas rápidas, que tienen un alto contenido de grasas y que son pobres desde el punto de vista nutricional. También sabemos que las carnes como el pollo y el cerdo, presentan exceso de colesterol. Lo preocupante es que estos alimentos son consumidos en gran cantidad por los colombianos.
Con todo esto en mente, el consumidor de hoy busca algo que no lo mate lentamente y que les aporte nutrición y alimento sano tanto a él como a su familia.
Todas estas razones nos llevan a fijar la mirada en la carne de conejo, pues ésta es una verdadera e importante alternativa nutricional frente a otras carnes del mercado.
Básicamente el conejo tiene las siguientes características: En primer término, la carne de conejo tiene un mayor valor nutritivo, porque posee un 20 % de proteína por ración, mientras que la carne de vaca tiene el 18%, el pollo el 19%, y el cerdo el 17%. En cuanto al contenido de grasa, el conejo varía entre el 4 y el 7% por ración, mientras que la vaca alcanza un 20%, el pollo el 13, y el cerdo el 11% Así mismo, el contenido de colesterol en la carne de conejo es de 50 mg por ración, mientras que la vaca registra 125 miligramos (75 más que la del conejo), el pollo 90 mg, y el cerdo 105mg.
Entonces, sin lugar a dudas, se puede afirmar que el conejo es la carne dietética por excelencia, gracias a que el tipo de grasa del conejo ayuda a eliminar el colesterol de la sangre, y evita la nueva acumulación de este.
Además, la carne de conejo, por sus enormes aportes nutricionales y sus bajos contenidos de grasa y colesterol; es la carne médicamente recomendada para problemas cardiovasculares y en las dietas para reducir peso.
Estudios del World Rabbit Science Association (2004) indican que comiendo seis kilos de carne de conejo, llegaríamos a consumir la misma cantidad de grasa dañina que puede contener 1 kilo de carne de cordero o de ternera.
En países como Francia, España, y Argentina, el consumo de conejo por habitante llega a importantes niveles en todo el año, e incluso se ven obligados a importar animales y carne para cumplir con la demanda.
En éstos países la producción de carne de conejo está en cuarto lugar después del cerdo, con 150.00 toneladas/año. Obviamente el consumo de la carne de conejo en Europa ya es una tradición que se remonta a varios siglos atrás, cosa que no pasa en nuestro país. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la producción de conejo no solo es una excelente alternativa para los consumidores por su valor nutricional, sino también que esta naciente industria puede tener un impacto positivo sobre el empleo colombiano, en especial para aquellos que tienen el campo como su única opción de sustento.
Aquí en Colombia la producción es pequeña pero está creciendo. Es más: desde hace algunos meses, ya se encuentra la carne en varios almacenes en todo el país y su precio es muy similar al del pollo.
Por todo esto, la invitación es a tener en sus preferencias la carne de conejo, pues su consumo es realmente una alternativa de vida.

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